La importancia de gatear

Aproximadamente a los seis meses tu pequeño podría empezar a gatear. Sin embargo, recuerda que todos los niños son diferentes y podría demorarse entre dos o tres meses más. Se trata de uno de los más grandes éxitos que tendrá a temprana edad, ya que indica ciertos avances y además lo impulsará a desarrollar otras habilidades.

Te sorprenderá saber que aproximadamente la mitad de los bebés se desplazan inicialmente gateando con el abdomen contra el piso, los expertos señalan que son las más precoces en esta actividad, pues requiere de menos fuerza y equilibrio.

Antes de lograr el equilibrio para gatear es muy probable que las extremidades de los lados opuestos se coordinen entre sí, es decir, el nene tocará con un brazo el suelo, al mismo tiempo que lo hace con la pierna opuesta y así continuará alternando.  Los especialistas lo denominan como gateo cruzado y es esencial para estimular fibras nerviosas de forma equilibrada para que se genere una comunicación entre ambos hemisferios del cerebro. Mientras realiza los movimientos laterales cruzados, involucra movimientos coordinados de ojos, oídos, manos, pies y músculos centrales, con lo que apoyará la función cognitiva para brindarle facilidad de aprendizaje y ayudarle en la resolución de problemas, según informes de Functional Neurology Center.

Pasos a paso caminará, gracias al gateo

Al gatear formará las cavidades de la cadera, gracias a los movimientos de rastreo, que después usará para caminar. Después las moverá hacia atrás y adelante, lo que lo fortalecerá para mantener el equilibrio cuando de sus primeros pasos. Además aumentará la fuerza de la espalda baja para conservar la posición vertical al levantarse, al tiempo que prepara los tobillos para flexionarlos al caminar.

¿Qué pasa si gatea hacia atrás?

No te preocupes, es sumamente normal que lo haga en esa dirección cuando está aprendiendo. La razón primordial es que sus brazos son más fuertes que sus piernas y eso le permite moverse empujándose con los brazos, al mismo tiempo que desarrolla más fuerza en ellos. Conforme fortalezca las piernas logrará coordinar su avance. Incentívalo para que se mueva hacia adelante, basta con colocar grandes cojines y juguetes al frente de él, querrá tocarlos y eso lo animará a impulsarse en dirección a ellos, incluso al arrodillarse sobre los cojines le facilitará el avance.

Fortalece su sistema inmune

El movimiento de los bebés mientras gatean agita partículas en el aire que están compuestas por células de la piel, bacterias, polen y esporas, lo que implica que los chiquitines se encuentran expuestos a concentraciones significativas, que fácilmente ingresan en sus vías respiratorias. Una situación afortunada, señala un estudio realizado por Johns Hopkins Children´s Center, pues cuanto más expuestos se encuentran los bebés a ciertos alérgenos desarrollarán inmunidad contra ellos. Como resultado habrá un menor riesgo de que padezcan asma, fiebre del heno o alergias señalaron los expertos.

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