Diarrea en niños

Diarrea bajo control

¿Sabías que la diarrea es la segunda causa de muerte, en menores de cinco años, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud? En nuestro país según reportes de la Dirección General de Epidemiología de la secretaria de Salud, la tasa promedio de incidencia de infantes es del 2.3 por ciento en enfermedades diarreicas. En este sector el 90 por ciento de los casos son de origen infeccioso viral y el 10 por ciento son parasitarios o bacterianos, pero todos son igual de peligrosos; especialmente para los bebés en período de lactancia y mujeres embarazadas, por la deshidratación que provoca.

Los bebés están compuestos por un 80 por ciento de agua, por lo cual la pérdida del vital líquido desencadena un gran problema de salud. Para agravar el daño los pequeños son más vulnerables pues se arrastran, toman juguetes, comparten objetos con otros infantes, por lo que es sumamente fácil se infecten.

¿Cómo detectarla en bebés y niños?

– Las deposiciones son más acuosas, más de tres en 24 horas ya se consideran diarrea.

– Algunas ocasiones hay presencia de vómito y fiebre.

– Sudoración excesiva.

– Suele presentarse en temporadas calurosas, pues fácilmente se fermentan los alimentos.

– Los días lluviosos también las acarrean, por la presencia de agua contaminada.

– En los viajes también es frecuente, por el cambio de alimentación.

La deshidratación que genera la diarrea provoca otros síntomas como:

– Ojos hundidos

– Lágrimas escasas

– Mucosas secas

– Ausencia de piel turgente

– Irritabilidad

Plan de ataque

– Es primordial hidratar con líquidos, pero están prohibidos los jugos con grandes concentraciones de azúcar que podrían provocar una deshidratación mayor. Lo ideal es brindarle el suero oral, que es una aportación de la medicina mexicana al mundo. Se prepara agregando el contenido de un sobre de suero vida oral, en un litro y medio de agua purificada para que lo tome durante 24 horas. Si el pequeño vomita hay que esperar 10 minutos para volver a ofrecerle el suero.

– En los casos de nenes menores de seis meses, prohibido suspender la lactancia, ya que una gran aliada debido a las bifidobacterias que posee, las cuales ayudarán a colonizar y regenerar la microbiota del infante y elevarán el sistema inmunológico, de acuerdo a un estudio realizado en conjunto por la Universidad Complutense de Madrid y la Universidad de Wageningen de Holanda.

– Se sugiere evitar los lácteos o quesos, pues fácilmente se fermentan en época de calor. En el caso de que la madre esté lactando, también deberá suspender el consumo de este tipo de proteínas.

– Es necesaria la ingesta de proteína blanda como pollo, en pequeños que llevan una dieta masticable.

La diarrea debe desaparecer en un lapso de dos a siete días, pero si persiste es necesario acudir con el pediatra en busca de un tratamiento adecuado; también en el caso de que las deposiciones contengan sangre, probablemente se trate de una alergia alimentaria; sin embargo, sólo el especialista podrá determinarla.

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