Autora: Cecilia Valdez

Al brindarle juegos sensoriales a tu pequeño, le abrirás diferentes formas de desarrollo, como la de explorar para encontrar soluciones, al describir lo que experimenta fortalecerás sus habilidades de comunicación.

Existen diferentes formas de exponerlo a este tipo de juegos, involucran sus sentidos para apoyar su desarrollo físico y cognitivo:

1. Contenedores sensoriales: llena recipientes de plástico o cartón con diversos materiales para que tu niño los explore. Por ejemplo, arroz, frijoles secos, arena, gotas de agua o papel triturado. Agrega cucharas, tazas y juguetes pequeños para recoger y servir.
2. Plastilina: casera o comprada, es un excelente material sensorial. Proporciona diferentes colores y formas, junto con herramientas como cortadores de galletas, rodillos y utensilios de plástico para moldear y dar forma.
3. Refrescantes: llena un recipiente poco profundo con agua y deja que tu pequeño salpique, vierta y juegue con juguetes para el baño. También puedes añadir una o dos gotas de colorante alimentario para hacerlo más estimulante visualmente.
4. Cestas sorpresa: recolecta elementos de la naturaleza como hojas, piñas, rocas o conchas. Colócalos en una canasta y deja que explore las diferentes texturas, formas y olores.
5. Tableros de textura: pega varios materiales texturizados (por ejemplo, papel de lija, tela, plástico de burbujas) en trozos de cartón. Deja que pequeño toque y explore las texturas.
6. Pintura con los dedos: permite que explore con pinturas para los dedos. Utilice pinturas lavables y no tóxicas y proporcione una hoja grande de papel o incluso un trozo grande de papel de estraza para una creatividad sin complicaciones.
7. Comida: introduce nuevas texturas y sabores permitiendo que juegue con alimentos como pasta cocida, avena o una bandeja de frutas y verduras.

El juego sensorial no sólo es divertido sino también una oportunidad para el aprendizaje y el desarrollo, así que fomenta la exploración y la creatividad en un entorno seguro y enriquecedor.